sábado, 23 de junio de 2012

Y en otros lugares,¿como actúan?


A menudo en Galicia pecamos de individualistas. Esta afirmación, conocida por todos y asumida por muchos no es novedosa. Se sabe que, por razones históricas, económicas, sociales, agrícolas, nuestra zona siempre se ha diferenciado por una exaltación total de lo individual y lo conservador. Lo nuevo ha sido asumido en muchos casos con recelo, y teniendo una "leira" de la que obtener productos de susbsistencia, en numerosas ocasiones hemos preferido mirar hacia otro lado cuando nos hablaban de cambios…que le pregunten al primer Marqués de Sargadelos…

Todo esto que comento, aún a riesgo de que parezca una obviedad tiene su repercusión a día de hoy, cuando en pleno siglo XXI, la época de las comunicaciones, las tecnologías, la modernidad, tratamos de entender nuestros espacios urbanos y el área que rodea a estos.

Mientras la Galicia interior pasa por una crisis demográfica, el arco atlántico gana peso, proliferan las buenas palabras y la intención de mejorar, de construír una gran Galicia urbana. Nos llenamos la boca con autopistas, aves, ciudades de la cultura, palacios de congresos, puertos, aeropuertos y ni siquiera somos capaces de llegar a acuerdos con los vecinos más inmediatos (para muestra el fracaso total del área metropolitana de Vigo hace no demasiado tiempo).

¿Que pasaría si, recién entrados en el siglo XXI, entendiéramos (empezando por los políticos y siguiendo por el resto de actores participantes en la toma de decisiones) que una ciudad de 250.000 habitantes no es competitiva a ninguna escala, que no puede entrar en los grandes circuitos de debate y decisión, que no cuenta con la masa crítica suficiente para asumir y realizar grandes cambios?

Que se entienda lo que quiero decir. No hablo de crear macrociudades, megalópolis, fusionar porque si por decretazo, colonizar, no hablo ni siquiera de crear figuras administrativas que engloben a un territorio...hablo de llegar a acuerdos realmente interesantes para la mejora de las condiciones de vida de la gente, de usar el sentido común, de no contar con cuatro alcades, vicealcaldes y un sinfín de concejales en un área de 10 o 20 kilómetros.O al menos conseguir que las funciones de unos y otros no se solapen...

Hay casos que demuestran que con buenas intenciones y aún en los casos más complicados, las cosas pueden funcionar, y bien, tanto en grandes aglomeraciones urbanas, como indica el texto de Ruben Pesci,"La cuestión jurisdiccional y la gestión concertada"“el primer ejemplo a mencionar debe ser el de Londres, que inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial creó el Consejo del Gran Londres, e inició una labor titánica. Su característica más saliente fue la creación de un enorme cinturón verde para condicionar la expansión de la ciudad, y fuera de ella creó ciudades nuevas destinadas a la descentralización y la desconcentración. Sus experiencias marcaron el paso en el mundo hasta los 70.


Paris,extraído del texto Rubén Pesci.
Consideramos que después, fue la experiencia de Paris la que originó nueva generación de iniciativas metropolitanas reemplazando a Londres en el interés mundial. Fue a partir del gobierno de Charles De Gaulie que se inició una gran estrategia para descomponer la metrópolis de París en una “metápolis” de 7 cabezas: la ciudad de París y 6 ciudades nuevas. Baste señalar en este caso la excepcional innovación de crear un gobierno electivo para una región metropolitana denominada “Isla de Francia”. Un gobierno que absorbe las competencias de articulación metropolitana, sin entrar en conflicto con cada uno de los municipios que componen dicha metrópolis. Y dicha organización se apoyó en innovaciones técnicas y empresariales bien audaces, de modo de ser capaces de enfrentar los desafíos concretos de realización a nueva escala. 

Desde inicios de los 80 fue Barcelona la metrópolis occidental que tomó una bandera de innovaciones. Allí la figura detonante fue la creación de la Corporación Metropolitana de Barcelona, que absorbió las competencias de articulación metropolitana (transportes, residuos,planificación, etc.) de la ciudad y la mayoría de los municipios conurbados.

Ese modelo resultó exitoso por varias décadas, y bajo la figura influyente del entonces Alcalde Pascual Maragall, logró gigantescas mejoras urbanísticas y ambientales, e impulsos de renovación tan importantes como la realización de las grandes Olimpíadas de 1992.

Curitiba ha sido también un caso rutilante de planificación urbana, que logró modelar de un modo mucho más sustentable, aspectos esenciales de la ciudad contemporánea: sistema de transporte, sistema de áreas verdes y sistema de recolección de residuos, en especial.

Por último Medellín es una metrópolis muy complicada, densamente enclavada en un valle lineal de alta montaña, que está creciendo peligrosamente por masivas invasiones en alta ladera. Sin embargo exhibe un modelo de organización de todo ese gran valle del Alburrá, que parece apuntar en la dirección adecuada. Además de las varias organizaciones municipales que han tratado de agruparse, se ha creado una entidad coordinadora y directora, que está actuando con marcado esfuerzo técnico”



…como en ciudades de menor tamaño, caso de Bilbao...

"Revitalización del área metropolitana de Bilbao,Joseba Juaristi"

“A pesar de la disposición longitudinal del tejido urbano, condicionado por el eje fluvial, el área metropolitana de Bilbao tiene un carácter compacto, formada por más de una treintena de municipios. Un factor aglutinador de este tejido urbano es la red de transporte público que se basa fundamentalmente en infraestructuras ferroviarias: la red del Metro, la red de RENFE-Cercanías, Eusko-Trenbideak, y FEVE. El transporte por autobús, con la red provincial, Bizkaibus, o el local, Bilbobus completan la oferta. La compacidad funcional del área se muestra a través del uso del transporte público. En el reparto modal transporte público/transporte privado, Bilbao alcanza una cifra del 44,2% de uso del transporte público en los movimientos diarios, cifra que, si bien no es
comparable a la del AM de Madrid (54%), se encuentra ligeramente por encima de la de Barcelona (43,1%), y muy por encima de las de Sevilla (26%), o Valencia (24,4%)(García Palomares y Gutiérrez Puebla, 2007).


La delimitación espacial o territorial del área metropolitana es diferente si atendemos a distintos criteriosa pesar de que no exista ningún organismo administrativo específico para la gestión de esta área” “El Bilbao Metropolitano como área funcional deriva de la subdivisión del territorio de la Comunidad Autónoma establecido en las Directrices de Ordenación Territorial del País

Vasco, aprobadas definitivamente el año 1997. Dichas Directrices se desarrollan en Planes Territoriales Parciales para cada una de las áreas funcionales”




…e incluso a través de nuevas fórmulas de gestión y cooperación…

“Francisco Toscano,en su libro ““Los consorcios metropolitanos” analiza la fórmula de organización jurídico-administrativa del consorcio metropolitano, partiendo de la experiencia de los consorcios sectoriales andaluces, como los de transportes, o el de la vivienda del Área de Sevilla..
Según comenta el investigador, “frente a los inconvenientes del Área metropolitana, el Consorcio metropolitano ofrece las ventajas de su voluntariedad y su flexibilidad, así como la posibilidad de integrar en el mismo a todas las Administraciones Públicas con intereses en el territorio metropolitano: la municipal, la provincial y la autonómica”. A este respecto, el estudio destaca el modelo andaluz con respecto al desarrollado en otras comunidades autónomas, dado que “en este punto, han sido menos sensibles a la autonomía local, por no haber configurado a sus Consorcios metropolitanos como entidades locales”.

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